diumenge, 12 d’abril del 2009

De alguién, de quién no recuerdo el nombre


Quiero hacer el amor
A este sueño entre mis manos
Meterlo bajo las cobijas de la escritura
Moldearlo
Hacerlo escultura
Recorrer sus formas
Aflojar sus amarras
Dividir sus discordias
Subir hasta la cumbre del deseo
desnudo sin mutaciones
Permitirle usurpar mi morada
Encontrarlo en el éxtasis de la plenitud

De la primera página del libro Poemas para Golpear
de Luz Amparo Carranza poetisa Colombiana

Una verdadera y triste historia de amor

Ella él, ella,
Quisiéramos tener veinte o cuando menos treinta años, como quien dice empezar de nuevo. No es así, hasta el cuerpo nos embiste, él trata de modificar la realidad para Ella, es inútil, la vida nos ha reciclado de nuevo como una prenda de segunda mano, sirve pero no es bella, antes alguién la estreno, quizá es lo que duela. ¡Embellécela con lo que tienes!- le grita ella, pero en el círculo cerrado de Ella él, sólo caben Ella él, como una isla solitaria abandonada, triste, sin color, dónde apenas cada domingo se puede jugar, al morbo al escondite, a dormir separados a tener espectadores a dar un pésimo espectáculo. ¡Queremos más les gritán desde afuera del círculo!, pero ni Roma se construyó en tres días, quizá las relaciones entre parejas sí, Ella él, él Ella.
Por eso es verdadera, pero más que verdadera es triste y no dudo que haya sexo.